Debemos aclarar antes de comenzar este artículo, que a priori no tenemos nada ni contra ni a favor de las viviendas unifamiliares prefabricadas. Son una alternativa más de las que hay en el mercado, y nuestra intención es informar de una manera lo más objetiva posible.
La verdad es que se trata de un tema del que cada vez se habla más, y en alguna que otra ocasión un cliente o alguien de nuestro círculo cercano nos ha pedido opinión.
Se habla mucho en internet de todas las ventajas que ofrecen las viviendas prefabricadas (sobre todo las empresas que se dedican a ello, claro), como por ejemplo el ahorro económico o el corto plazo de montaje, pero ¿qué pasa si realizamos una comparativa de ventajas y desventajas respecto a la construcción digamos más tradicional? ¿Saldría igualmente bien parada?
Vamos a comprobarlo analizando algunos de los aspectos más importantes porque en nuestra opinión, no es oro todo lo que reluce.
¿Son más baratas las viviendas prefabricadas?
Empecemos por el principal reclamo de este tipo de viviendas, el factor económico. Una vivienda prefabricada y estandarizada por completo supondrá un ahorro de aproximadamente un nada despreciable 25% (de media) respecto a una tradicional, pero es importante tener en cuenta que esto es así si eliges tu vivienda bajo catálogo.
Es decir, no te puedes salir de una serie de diseños ya establecidos y definidos por la empresa previamente.
Vamos, que si quieres una vivienda prefabricada, pero a la vez única y exclusiva, el coste será igual o mayor que una tradicional.
¿Qué sistema constructivo ofrece un mayor nivel de personalización?
Antes ya hemos respondido por encima a esta cuestión. Una vivienda prefabricada está pensada para resultar más económica si se puede estandarizar su diseño, es decir, fabricarla en serie.
Como es lógico, si te dedicas a comercializar un “tipo” de vivienda como un producto de fabricación en serie, el nivel de personalización que puedes ofrecer se reduce a tema de acabados, y otras pequeñas variaciones, pero poco más.
Si buscas una mayor adecuación a tus gustos o estilo de vida, ese precio tan económico del que te enamoraste se verá incrementado notablemente, eso seguro.
Para que te hagas una idea, hay que entender las casas prefabricadas como un producto pensado para dar respuesta a los gustos de un cliente «tipo», no de nadie en particular.
¿Cuanto cuesta construir cada tipo casa?
El plazo de ejecución varía considerablemente de un sistema a otro.
En una vivienda prefabricada modular de tamaño estándar, el plazo será de entre 6 y 8 meses, mientras que en una de construcción tradicional de misma superficie, el plazo rondará los 10-12 meses.
Una vez más hay que tener en cuenta que como las viviendas prefabricadas deben transportarse desde la fabrica al solar, es importante asegurarse que los camiones y grúas necesarios para su traslado y posterior montaje pueden acceder sin problemas a la parcela donde se va a levantar la casa.
¿Qué tipo de construcción va a aprovechar mejor mi parcela?
Se eliges una casa prefabricada de catálogo, el aprovechamiento de la parcela será muy limitado. No hablemos si el terreno además no es con ángulos rectos o tiene pendientes, por ejemplo.
A no ser que puedas elegir entre infinidad de modelos (algo que no estamos seguros de si es bueno o malo), esta solución ofrece menos libertad respecto a la construcción tradicional.
Pero la vivienda prefabricada es más eficiente ¿no?
Veamos. La mayoría de las viviendas prefabricadas ofrecen una calificación energética A, es decir, la mejor que hay, y en principio el control de calidad de los procesos constructivos y de ciertos materiales es muy elevado.
Pero, es importante saber que conseguir esa calificación con una vivienda de construcción más tradicional hoy en día es relativamente común, gracias a la mejora de los materiales y al mejor aprovechamiento energético de las instalaciones.
Además, pueden tenerse en cuenta mucho mejor factores naturales como el aprovechamiento del sol en invierno y la sombra en verano o la elección de materiales y sistemas constructivos locales, que tiene un mejor impacto.
* Nota: Factor Cultural
Aquí nos metemos quizás en temas más subjetivos, pero lo cierto es que este tiene su importancia. Es probable que en un futuro las viviendas prefabricadas sean percibidas con mayor normalidad, pero hoy por hoy, la percepción general es de ser un producto de menor calidad y menor, llamémosle, “status”.
No es quizá un factor determinante, ni mucho menos, pero el caso es que es así.
¿Qué tipo de Casa me tengo que construir? Conclusiones
Después de toda esta información, nuestro consejo es el siguiente:
Si la prioridad absoluta es el factor económico y ahorrarte unos pocos meses, y por otro lado no te importa que se trate de un producto estandarizado e impersonal, deberías de tener en cuenta los sistemas prefabricados.
SI quieres un grado de personalización elevado, en lo económico no le vemos ventajas de un sistema respecto al otro, y no creemos que 3 o 4 meses más de plazo de construcción vayan a marcar la diferencia en un vivienda que vas a habitar durante décadas.
Apuntes personales
Hemos de decir que nosotros entendemos la arquitectura como un proceso creativo, que aunque tiene una faceta marcadamente técnica, no deja de ser una disciplina con un fuerte componente artístico.
Creemos que cada proyecto es único y que debería estar determinado por un montón de circunstancias, como pueden ser:
- El lugar
- La orientación
- La topografía
- El programa
- Las necesidades y gustos particulares de cada cliente
- Usos de materiales y sistemas propios de la zona, etc.
Los sistemas prefabricados, al menos a día de hoy, ofrecen demasiadas limitaciones en esos aspectos, y en nuestra opinión, solo un tipo de construcción más «personalizable» y adaptable puede dar respuesta a todos estos factores que entendemos clave para un buen proyecto de arquitectura.
Esperamos haber servido de ayuda.